Fíjate Bien en lo que consumes. Puede ser que estés apoyando a una empresa que usa tu condición de mujer para convertirte en objeto, para transformar la violencia en algo glamoroso, relacionado con marcas de alto nivel y promover al maltrato como una expresión sensual de audacia. O denigrándote por tu género, raza, origen. Pon atención a los mensajes que te rodean, a lo que dicen de ti como mujer y a lo que le dicen a otros sobre lo que tú eres. No permitas que la promoción del abuso favorezca el capitalismo. No somos una mercancía.
Debe estar conectado para enviar un comentario.