Entre el 13 y el 22 de Julio de 1995, buscando eliminar a una parte de la población bosnia musulmana, las fuerzas serbo-bosnias cometieron genocidio.
Seleccionaron para su extinción a cuarenta mil bosnios musulmanes que vivían en Srebrenica, un grupo particularmente emblemático entre los bosnios musulmanes en general. Aunque se buscaba supuestamente la eliminación de los varones bosnios musulmanes, la masacre incluyó el asesinato de niños, adolescentes, mujeres y ancianos, con el objetivo de conseguir la limpieza étnica de la ciudad.
Despojaron a todos los varones prisioneros, tanto militares como civiles, jóvenes como mayores, de sus pertenencias e identificaciones; y deliberada y metódicamente los eliminaron, únicamente en razón de su identidad. Los niños y las mujeres que sobrevivieron fueron puestos en autobuses para ser deportados. El suceso tuvo una gran repercusión en Holanda, cuyos cascos azules tenían la misión de proteger la ciudad y se retiraron de la misma.
El 10 de junio de 2010, la justicia condenó a cadena perpetua a Ljubisa Beara y Vujadin Popovic, y a penas de entre 5 y 35 años de prisión para los otros cinco encausados. El proceso contra Radovan Karadzic, iniciado en octubre de 2009, continuaba su curso cuando se emitió esta sentencia, mientras que el único prófugo relacionado con el caso, Ratko Mladić, fue detenido por la justicia serbia el 26 de mayo de 2011.
Cuando el ex líder serbo-bosnio Radovan Karadzic fue condenado a 40 años de prisión por planear el genocidio de los musulmanes durante la guerra de Bosnia en la década de 1990, la ONU lo calificó como un juicio histórico.
Sin embargo, para las viudas de las víctimas de la matanza de Srebrenica, el fallo no es suficiente.
Mató a tantos niños y tal vez va a vivir el tiempo suficiente para recuperar la libertad. Donde él está, en realidad, no es una prisión. Es cálido, come suficiente, incluso se ve bien – dijo Bida Smajlovic que perdió a su marido y a su hermano en la atrocidad – Nada va a cambiar mi dolor y mi soledad, nada puede reducir mi sufrimiento
El marido de la mujer de 63 años de edad, era uno de los tres hermanos que murieron en 1995 en Srebrenica, donde Karadzic rodeo y mató a todos los residentes masculinos.
Casi 8.000 hombres y niños musulmanes fueron asesinados y sus cuerpos arrojados en fosas comunes por las fuerzas serbobosnias en la matanza, el peor derramamiento de sangre en suelo europeo desde la Segunda Guerra Mundial.
El Tribunal Penal Internacional para la antigua Yugoslavia (TPIY) condenó en Marzo de 2016 a Karadzic a una pena de 40 años de cárcel después de encontrarlo culpable de 10 cargos relacionados con la guerra de Bosnia entre 1992-1995, incluido el genocidio por la masacre de Srebrenica.
Pero Vasva Smajlovic, de 73 años, dijo que ninguna condena, sin importar el tiempo, podría compensarla por la pérdida de su marido Ismet.
No hay una frase adecuada para él, tal vez va a vivir el tiempo suficiente para ser liberado y ya ha vivido durante mucho tiempo, a diferencia de mi Ismet. La mejor sentencia sería matarlo en el lugar, para que el mundo vea como se descompone. El hecho dhaber vivido para verlo condenado me da un poco de consuelo, dijo.
Srebrenica es un símbolo – no sólo de la guerra en Bosnia y Herzegovina – sino también del sufrimiento de las personas inocentes en todo el mundo. Un grupo de personas que forma parte de una representación cultural que pocas veces cuenta con la solidaridad y compasión del resto del mundo: Lxs Musulmanes.
Al negar a las víctimas de estos crímenes atroces en masa, los significados sociales e históricos de su asesinato, los matan dos veces: Una vez en la vida y en la muerte. Y aunque nunca vamos a entender completamente los horrores experimentados en este pequeño pueblo de Bosnia en julio de 1995, el tiempo siempre nos acerca un poco más a la verdad.
Mientras tanto, para las viudas de Srebenica, 21 años es mucho y 40, muy poco.
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