El 13 de mayo de 2017, los palestinos acudieron a las urnas para elegir representantes para sus representantes municipales locales. Entre los candidatos, estaba Lucy Talgieh. Una activista de paz y derechos humanos que trabaja como Coordinadora de Proyectos de Mujeres en el Centro de Resolución y Transformación de Conflictos de Palestina de Wiam, uno de los socios de la Red Internacional de Acción de la Sociedad Civil (ICAN) y de la Alianza de Mujeres para la Seguridad (WASL).
En su trabajo Talgieh alentó a una mayor participación de las mujeres en los partidos políticos y consiguió un acuerdo para elevar la cuota de mujeres en cargos públicos a un mínimo del 30% (del 18 al 20%). En mayo, ella puso en práctica lo que ella había estado predicando y compitio como candidata independiente en las elecciones locales de Cisjordania en Belen. Y ganó.
¿Su reaccion? «Muy feliz, especialmente porque me postulé como candidatoa independiente en una lista electoral y estaba fuera de la cuota». Ella pone su victoria en el contexto. «La mayoría de las mujeres que asistieron a las elecciones no tenían experiencia en movimientos sociales ni en movimientos de mujeres, y sólo fueron incluidas porque sus partidos tenían que cumplir con la cuota», explica.
Las mujeres palestinas son únicas en su lucha por la igualdad: La gran mayoría de ellas enfrentan discriminación interna dentro de sus familias y comunidades, que es el resultado de una sociedad patriarcal desbalanceada. Tambien la discriminación externa, resultado de años de vida bajo ocupación. Cada uno de estos factores contribuye a los desafíos que enfrentan en el proceso electoral.
Con ayuda del programa RISE de ICAN, y mediante su trabajo en el Centro Wiam, Lucy desarrolló un programa llamado «Construyendo un compromiso compartido para una participación más activa de las mujeres en las elecciones locales», que trató de abordar estos obstáculos. A través de esta iniciativa, Lucy reunió a múltiples actores de la comunidad para fomentar la participación de las mujeres en los niveles locales y fomentar el debate sobre sus papeles principales en la sociedad palestina.
Ellos crearon una hoja de ruta sobre las maneras de integrar a las mujeres en las elecciones, tanto como votantes y candidatas. Las actividades incluyeron la organización de diálogos nacionales entre las distintas partes interesadas sobre la participación de las mujeres en las elecciones.
En las mesas redondas se puso de relieve la influencia de los sesgos familiares en la limitación de la capacidad de participación de las mujeres y la falta de conciencia social de la importancia de su participación política. A la gran mayoría de las mujeres se les hace creer que no cuentan con el conocimiento o el potencial para presentarse a la presidencia y que la política está únicamente dentro del ámbito de los hombres en la familia. Estas discriminaciones internas se agravan por factores externos. Los participantes acordaron por unanimidad que la sociedad discrimina a las mujeres cuando se trata del proceso electoral.
Lo que distingue a Lucy de tantos otros que trabajan en la participación política es que ella lidera con el ejemplo. Aunque había muchos obstáculos, Lucy Talgieh persistió. Se unió a una plataforma como independiente, con otras 9 personas de diferentes partidos. «Los movimientos de mujeres deben trabajar más duro en el fortalecimiento de la capacidad de las mujeres para participar efectivamente en el proceso político, y no sólo estar satisfechos con una cuota», dijo Talgieh.
Fuente: ICAN Peace Network
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