Por años el feminismo occidental, que hoy ha logrado espacios de institucionalización significativos, no ha escuchado sino las demandas de las mujeres que viven y se quieren liberar dentro de un sistema de género binario y excluyente, que organiza de igual forma sus saberes y su economía de mercado.
Por lo tanto, cuando se dirige a las mujeres de otras sociedades, las pretende educar según los parámetros normativos del propio sistema, sin escuchar sus demandas, sin conocer su historia de lucha, sin reconocer validez a sus ideas. Organiza “escuelas de líderes” sin darse cuenta que la misma idea de liderazgo pone en crisis la identidad política de mujeres que se piensan colectivamente, siendo capaces de aportes individuales que se socializan.
Se crispa ante la idea de una complementariedad múltiple, que las feministas de muchos pueblos estudian para volver a verse como constructoras de una historia no blanca ni blanquizada de América, donde ni las mujeres ante los hombres, ni su pueblo ante el estado-nación que lo contiene, vivan subordinación alguna, sino sean interactuantes en la construcción histórica de su bienestar.
Autora:
Francesca Gargallo Celentani
Editorial Corte y Confección, Ciudad de México,
Primera edición digital, enero de 2014
El texto de la presente obra corresponde a la edición venezolana.
La obra fue distinguida con Mención Honorífica
del Premio Libertador al Pensamiento Crítico, Venezuela, 2013
2012, 2013, 2014, Francesca Gargallo
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